Ubicada en la cuadra cuatro del jirón Libertad, en el Rímac, la quinta Santa Rosa ha sido epicentro de eventos paranormales que atrajeron a parapsicólogos y curiosos en 2010. Todo comenzó cuando la familia Rivera, del grupo Contacto Esotérico, recibió una llamada desesperada alertando sobre fenómenos inexplicables en la casa número uno.
El 24 de junio de 2010, mientras preparaban un altar en el ático, una plancha cayó misteriosamente, sembrando el pánico y causando desmayos. Cámaras de ATV captaron una sombra cerca de la puerta principal, y la familia Barrenechea, residente de la quinta, reportó televisores cayendo, cuchillos volando y un persistente olor a kerosene.
Los cazafantasmas realizaron un ritual en arameo, y nuevamente, la plancha cayó de forma inexplicable. Aunque los esfuerzos por desentrañar el misterio fueron intensos, la «casa encantada» del Rímac sigue siendo un enigma, con fenómenos paranormales que continúan desafiando cualquier explicación racional.
Fuente: Infobae